Faro de Punta Lava. La Bombilla. Tazacorte. La Palma.
Las ayudas visuales han sido siempre las clásicas, ya que se dirigen directamente a los sentidos del navegante y no es necesario llevar a bordo instrumentos especiales para su detección. El mensaje que comunican puede identificarse con facilidad y es posible determinar la zona aproximada en que nos encontramos consultando tan sólo los libros de Derroteros o los libros de Faros y la carta náutica de la zona.